Mi Primera Aventura Webcam
Todos recordamos muchas de nuestras primeras veces: el primer beso, sexo por primera vez, el primer desamor. Esos recuerdos están grabados en mi mente como si hubieran ocurrido ayer. Pero, de todas mis primeras veces, hay una en la que no puedo evitar pensar todos los días. Un recuerdo tan intenso que me excita cada vez que pasa por mi mente. Así ocurrió:
Hace aproximadamente un año, estaba encerrado en mi departamento, luchando por encontrar nuevas formas de divertirme y hacer nuevos amigos. La pandemia me estaba convirtiendo en un solitario introvertido sin vida social. Llevaba meses sin citas, y ver videos porno era mi única fuente de placer sexual. Pero entonces llegó aquella lluviosa noche de viernes. Estaba pensando en el tipo de porno que me gustaría ver y empecé a navegar por mi vieja y confiable página de videos porno.
Siempre me han gustado aquellos donde le eyaculan a la chica en la cara. Ver litros de semen chorreando de una rubia guapa siempre me provoca orgasmos. En algún momento, me topé con un anuncio que decía:
"¡Chatea con miles de chicas EN VIVO en Jerkmate!"
En ese momento, mi corazón me dijo que hiciera clic. Ser algo más que un mero observador sonaba bastante excitante como para guardar esa erección para una nueva experiencia. Con unos pocos clics, creé mi cuenta gratuita y empecé a navegar por la colección de chicas que estaban online en ese momento. Ver a tantas chicas sexys listas para chatear y desnudarse fue suficiente para excitarme.
Al final, elegí a Jizzabel34. Su foto de perfil mostraba su bonita carita y su lengua chorreando semen. No me lo pensé dos veces. Hice clic para entrar en su sala.
Estaba duro como una roca volcánica.
Nada más entrar, sentí que me esperaba una experiencia inusual. Jizzabel34 bailaba suavemente, con una bonita sonrisa y sus fantásticas tetas redondas rebotando detrás de su top transparente. Inmediatamente, se dio cuenta de mi llegada al chat.
"¡Hola, gracias por entrar!", dijo en voz alta.
Al principio, yo era un poco tímido y usé el chat para decirle lo guapa que estaba y lo duro que estaba yo.
"Bueno, ¿qué tal si nos encargamos de eso en privado?", dijo con una risita.
Mi corazón había sido conquistado. Su personalidad magnética, sus curvas perfectas y su rostro inocente encendieron el fuego dentro de mí. Sentía mi corazón latir en mi verga.
Ahora estábamos a solas. Encendí mi webcam para que Jizzabel34 pudiera oír mis solicitudes y verme acariciarle la verga con ambas manos.
"¿Quieres que finja que ésta es tu verga?", preguntó suavemente.
Me mostró un consolador de chorro de 25 centímetros y me guiñó un ojo.
"Sí, por favor. Deja que te bañe la cara con mi semen", respondí excitado.
"¡Claro, mi niño! Me encantaría que me cubras la cara con tu leche caliente", me dijo, después de morderse el labio.
Jizzabel34 empezó a chupar el consolador apasionadamente. Su lengua acariciaba suavemente todo el pene antes de volver al glande, frotándolo cada vez más rápido y hasta abajo. Yo me masturbaba con mi mano derecha mientras me agarraba las bolas con la mano izquierda de la misma forma que ella lo hacía en vivo en su transmisión. Sus ruidos de succión y sus gemidos llevaron mi excitación a otro nivel.
"¿Te gusta que te lo mame con saliva, cariño?", me preguntó antes de meterse "mi" verga hasta lo más profundo de su garganta y tener arcadas.
"¡Me voy a correr!" respondí extasiado.
Su perfecta sincronización confirmó que era una profesional. Se sacó el consolador de la boca y se lo hizo chorrear por toda la cara, el pelo y la lengua, respirando con dificultad y gimiendo de satisfacción. Me corrí tan fuerte que rompí mi servilleta. Tenía las manos pegajosas, la cara sudorosa, el corazón me retumbaba y el cerebro liberaba un tsunami de oxitocina.
"Oh. My. God. Muchas gracias", le dije a Jizzabel34.
"No. ¡Gracias a ti! Vuelve cuando quieras", respondió.
Salí de la sala de chat y me tomé un momento para reflexionar sobre lo que acababa de vivir.
Desde ese día, chateo en Jerkmate con Jizzabel34 y un par de chicas más al menos una vez a la semana. De vez en cuando, dejo de lado los videos porno y me doy el gusto de interactuar con una camgirl en directo. Y, sobra decir, mis orgasmos se han vuelto mucho más intensos y satisfactorios.
Nunca olvidaré ese primer encuentro, que contribuyó a darme más confianza y a relajarme. Desde entonces, cada vez que me siento solo, todo lo que tengo que hacer es elegir una camgirl, chatear con ella y dejar que las malas vibraciones se desvanezcan, orgasmo por orgasmo.