Me gusta bailar, coquetear, jugar con los espacios, sentirme libre, puedo llegar hasta donde quieras, me gusta compartir mis gustos y que me acompañes en ellos.
Me encanta hablar sucio... Mi mente pecaminosa también necesita una mente desagradable.
Me encanta chupar y que me follen... Solo sé un buen chico. Me encanta jugar con mis jugos.